jueves, 7 de agosto de 2008

Nueve de noviembre

El transmi llega a los 90km/h, y está fuera de control… relativamente.

Los 6 personajetes que agarrados de las barandas están, cagados del susto callan.
El transmi se soltó después del disparo, el conductor está muerto sobre el timón, y el hecho que su cabeza esté en el hueco del medio lo mantiene -milagrosa o desgraciadamente- derecho. Con acelerador a fondo veo el templo del Indio Amazónico desaparecer a velocidad record, como nunca antes lo vi, como nunca más lo veré.

Entre el semáforo de la 45 y la 39 el flashazo de la vida me golpea y me muestra que hasta hoy no he sido otra cosa que un perezoso que no ha sabido leer su realidad, sus capacidades y sus fortunas. Un desperdicio que ha esperado que las cosas le caigan del cielo y ni siquiera va a misa los Domingos. Seguro la abuelita y sus dos hijas, agarradas a dos barandas, tiradas en el piso van a misa los Domingos; seguro el patroncito de chaqueta de flecos acompaña a la mamá a misa antes de salir a robar con esa puta pistola. Pero poco importa en este punto joder por quién o no está en la gracia del señor, estamos todos llevados del putas, de este putas con pistola y cara de loco.

¿Por qué he sido tan fríamente cabrón y vale-huevista?
¿Cómo paramos este hijueputa bus?
¿Por qué no he dejado que el señor entre en mí?
¿Quién culos puede manejar esta mierda?
¿Qué he hecho en mi vida?
¿Qué quiere este malparido?

El otro pasajero se acerca al chofer muerto, quiere intentar frenar el bus pero Patroncito le apunta con su arma, lo hace retroceder. Dice “este hijueputa lo manejo yo y al que se mueva lo voy tostando!”. Afuera el caos vehicular se conjuga para no chocar al bus, se escuchan pitos y se ven luces altas por todo el trayecto, especialmente en los milagrosos cruces donde con semáforo en rojo pasamos en limpio.

Machito entonces pone el revolver en el bolsillo, y sus manos en el timón después de sacar la cabeza disparada y empujar el cadáver hacía el cubículo contiguo. El rojo articulado baja revoluciones por unos 5 segundos antes de ser aun más exigido con extra chancleta por su nuevo conductor.

Es la calle 32, y este decide que la avenida 7 le resulta más conveniente, así que un izquierdazo brusco mete, nos manda a todos al piso. Las luces se ven más pronunciadas y los pitos suenan más encima, pero este niero no conduce el articulado nada mal, parece entrenado. La señora de edad y sus hijas rezan en voz alta en la parte de atrás después de recomponerse del arepazo y nosotros dos, los hombres inútiles, nos preguntamos qué quiere hacer este demente. Eso y nos cagamos en los pantalones.
Así que de la Calle 32 coge la 7ª, en contravía. Esa maniobra sale un poco más barbárica en ejecución, el bus se rompe en dos y las señoras salen volando a la altura del edificio Bancolombia. Pero seguimos, los tres machos, dos inútiles y un demente sobre la 7ª andando a 130 en un Transmilenio quebrado en dos, viendo carros pasarnos de frente, al lado, encima...

Y ahí todo se revela clarito…
En el panorama aparecen las altas luces,
Esas de la torre iluminada de los bogotanos.
Y conforme la vemos más y más cerca,
más rápido el 50% de ese transmilleno anda.

Conforme nuestra vidas se apagan,
El bus impacta,
La gasolina quema,
Unos gritos finales se escuchan

Y en noticias RCN se dice que soy el militante fariano
que planeó el ataque del 9 de noviembre,
contra la torre sin gemela en Bogotá Colombia.

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