jueves, 21 de octubre de 2010

Pista de baile, ojos cerrados...

...y la realidad alrededor cambia. Mi cuerpo deja de producir vergüenza y se deja ser, se rinde al libertinaje del movimiento.

Una mirada imagino siempre, se posa sobre mi, le gusta verme bailar. Eso me gusta creer. No abro los ojos para no ahuyentarla, para no darme cuenta de que no existe.

Piste de baile, ojos cerrados, sin la música no soy nada. ¿Qué dirán? Me importa, y sólo con los ojos cerrados mientras bailo me parece interesante.

No una desgracia, no una vergüenza.

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