miércoles, 24 de septiembre de 2008

Rueda Timón, rueda fortuna

Un giro de timón, un giro de repente y la vida se le va entre las manos maestro. Si por mala suerte un motociclista está al lado suyo y usted lo omite y choca, apele a la virgen santísima para que este motociclista sepa recibir la cerrada, luego el golpe y luego el post-golpe. Ruegue para que no se caiga al piso, para que logre sortear el mareo, la ansiedad, el dolor y el desequilibrio, mantenerse en pie y no provocarle a usted, maestro, un cambio de vida un tanto radical.

Un giro de timón es un mensaje del destino y el mensaje final lo entrega la habilidad del motorista. Qué tanto pueda sortear su destino. El suyo, no el de él.

Bueno, el de él también.

Tengo buena suerte o buena virgen maestro, o los rezos de mi abuela y las peticiones de mi madre han surtido efecto protector en mi destino. No estoy afuera, lidiando con los brazos rotos de nadie, con las piernas dislocadas de nadie, con nadie herido, con la muerte, con mi destino descarrilado de su inestable centro.

Estoy libre maestro, advertido pero libre.

1 comentario:

luis david parra dijo...

tranquilo maestro, sólo hay que mirar por el espejo antes de girar el volante. Y claro, tener siempre un poco de suerte.